The Code of Capital
Katharina Pistor
Princeton Universtiy Press
El título de este libro (The Code of Capital: How the Law Creates Wealth and Inequality) puede parecer que está dirigido a un público altamente especializado compuesto por juristas y financieros. Sin embargo, esta obra es apta para todos los públicos, ya que está escrita en un lenguaje no jurídico; y trata sobre una de las características básicas de nuestras economías y sociedades: la relación entre el poder financiero y el derecho. Además de que es un libro relativamente breve y está escrito en un lenguaje sencillo y trufado con anécdotas y ejemplos actuales, lo que hace que su lectura sea muy amena.
Partiendo de ejemplos históricos concretos, la autora ilustra la compleja relación existente entre el capital y el Derecho. Esa relación es lo que ella denomina ‘el Código’, y según su hipótesis, ese Código legal ampara y protege de forma desproporcionada al capital frente al interés general o los intereses de la mayoría de la población. Evidentemente, la autora deja claro que esos privilegios legales de los que está dotado el capital son extremadamente complejos y sofisticados. Además, las ventajas legales de las que está dotado el capital y los capitalistas son muy sutiles como para poder ser apreciadas a simple vista. El Código está redactado de forma general, abstracta e impersonal, por lo que es muy difícil establecer una relación clara y directa entre el Código y los ‘ganadores’ del actual sistema capitalista.
La principal virtud del libro, a mi juicio, es precisamente que la profesora Pistor consigue describir esa relación y este fenómeno económico y social de forma sencilla y clara, e ilustrarlo con ejemplos familiares para todos nosotros. Y todo ello sin renunciar a utilizar argumentos complejos o datos estadísticos. El libro está cuajado de notas que referencian una vastísima bibliografía técnica especializada que pueden ser consultadas al final de la obra para mayor comodidad. Fenómenos como el archifamoso ‘trust’ o el bitcoin son explicados por la autora de forma amena y didáctica. Pero no acaba ahí la utilidad de esta obra, sino que la autora aporta además su propia visión crítica sobre el Código y los activos financieros que este crea, y contextualiza las piezas de este Código en el marco del actual debate social sobre el futuro del capitalismo.
También revisten un gran interés los últimos capítulos de este libro en el que describe la gran influencia que tienen los grandes despachos de abogados y lobbies en la formulación de este Código y los peligros reales de la captura del regulador. Todo ello ilustrado con ejemplos concretos y reales sobre la forma de trabajar y de influir de estos hacedores del Código. Y no le falta razón a la autora cuando afirma que, en verdad, los redactores de este Código no dependen tanto como se piensa de los tribunales o del poder legislativo. En realidad, el Código y sus privilegios son creados fundamentalmente mediante prácticas contractuales generalizadas entre esos despachos, costosísimas cortes de arbitraje privado y regulaciones eminentemente técnicas aprobadas por los supervisores financieros de los Estados.
Según la autora, aunque difícil, sí que es posible recuperar el control democrático sobre este Código y reescribirlo para que proteja el interés general frente al poder ejercido por las grandes corporaciones financieras y los plutócratas. Pero dejo al lector descubrir por sí mismo cuál podría ser ese camino.
A lo largo de la lectura, no he podido evitar el ir trazando paralelismos y ejemplos entre algunos de los rasgos e hitos de ese Código global y nuestro propio sistema legal doméstico, que no deja de ser un subproducto del Código madre global. Noticias recientes, como por ejemplo el intento por eliminar el privilegio concursal a los créditos de la Seguridad Social o de la Agencia Tributaria, es solo uno más de esos frentes en los que se forja el Código, y cuyos efectos condicionan nuestra economía y sociedad en mucha mayor medida de lo que pensamos.